21.10.09

¿Problemas con la comida? Jann comparte su experiencia

Quería comentarles que es totalmente cierto el tema de no presionarlos para comer. Doy fe. Al menos, con mi hija ha funcionado y no pueden creer lo feliz que soy.

Cuando Rebe cumplió unos 8 meses, me di cuenta de que tendríamos problemas graves con respecto a la alimentacion: no comía casi nada y de leche tomaba unos 60 ml (2 oz); eso era demasiado poco. No había manera, no se imaginan todo lo que probabamos, incluso llegamos a darle la comida con jeringas gigantes de 50 ml.

Recuerdo esa etapa como terrible, desoladora (cuando vas a contar tu problema para desahogarte resulta que todos pasan por lo mismo porque confunden que un día puntual no coman su hijos por alguna salida de un diente y terminas escuchando los problemas de otras madres y tú te quedas igual) e incluso traumática para ella y para mi. Sólo era acercarse la hora de la comida y ella y yo nos poníamos nerviosas, a mi hasta se me subía la tensión y me empezaba el dolor de cabeza. Siempre terminábamos llorando las dos y, cuando le hice un análisis de sangre, estaba anémica, así que nos recetaron hierro y seguimos "martirizándonos" para que ella se alimentara.

El tiempo pasó y, un día, así sin más,
empecé a relajarme con el tema, a cambiar mi punto de vista y, encima, me las pusieron a ustedes en mi camino. Todo coincidió y enpecé a ver las cosas de otra manera. Si siempre la cuidaba y respetaba en todo, ¿por qué no probaba con ese tema también? ¿Por qué me comportaba de una manera y, a la hora de comer, de otra?

Yo siempre escuchándola y caminando a su lado porque me costaba ver que había alguna razón escondida, aparte de que también soy mala comedora!

Decidí cambiar y mi marido también. Los dos nos abrazábamos y su hombro me servía para llorar cuando lavaba el plato de mi hija casi intacto, empecé a querer hacer de esas "2 cucharadas" que comía las más nutritivas, así variamos, nos relajamos y aprendimos a escucharla más aun, justo cuando hacía falta y ella nos necesitaba. Así empezó a aumentar de 2 a 4 cucharadas y, un día, incluso se terminó el plato (no suele suceder). Ella casi casi puedo decir que come la mitad de lo que le pongo, pero se lo come a gusto (que ya eso para mi era mi ruego a Dios, le pedía que, aunque sea esas pocas cucharadas, no se las comiera llorando). Le llegué a rebajar la cantidad de comida, para no estresarnos ni ella ni yo, y todo fue funcionando.

Aquí me dieron tips de alimentos nutritivos y comidas que podia prepararle. Gracias a algunas mamis, probamos darle cosas que aún no le había ofrecido: salmón, garbanzos, etc, etc, etc; Yo busqué por mi cuenta tablas de alimentos para escoger los mejores y sustituir lo que hiciera falta. Ya acepté que ella no será de los niños de buen comer, pero está sana y come a su ritmo. Ella es ella, es mi Rebe.

Ahora, apenas dice que ya no quiere más, sonrío, le quito el plato y limpio su boca. Cuando la bajo de la silla de comer la abrazo fuerte, es como un ritual. Creo que algun día comerá alguito más porque sé que hay veces que se queda con hambre ya que viene al rato a pedir cosa. Quizá sí, o quizá eso es lo que ella quiere. Así ella está bien y así ya doy gracias a la vida.

Es importante escucharlos y relajarse, no para planear como contraatacar la inapetencia del niño, sino para hacerlos felices hasta en la hora de la comida. Es cierto que algunas veces la vida cambia y pasa de ser una batalla a ser una tranquilidad, ya algunas cosas que no podemos cambiar en este mundo son complicadas, no hay que complicarnos más y, mejor aún, no hay que complicarles las cosas a ellos.

Ahora Rebe se me acerca y me ha preguntado que que hago, le he dicho que contando que come su comida y me dice que si, que se ha hecho muy grande.
¡Si supiera mi hija cuanto he crecido yo tambien gracias a ella!

Ahhh, ahora tiene 2 años y medio y lo prueba todo. Si no le gusta, no lo sigue comiendo pero al menos lo prueba, come lo que le apetece y no le niego ni siquiera algo que le pueda quitar el hambre antes de la comida. Si está muy cerca la hora de comer, negociamos; si no, le retraso la hora de comer un poquito si lo que va a comer es algo nutritivo, ya no voy desesperada intentando cumplir un horario.

Por Jann.

13.10.09

Primer Encuentro Mexicano de Crianza con Apego




Más información en el blog de Criando Creando.

8.10.09

Laura Gutman



Laura Gutman es terapeuta familiar, escritora y es fundadora y directora del centro Crianza, ubicado en Buenos Aires (Argentina). Es un referente mundial de la crianza con apego y sus libros y boletines virtuales son imprescindibles.

Su página web: http://www.lauragutman.com.ar/


Los libros que ha publicado son éstos (los títulos hablan por sí solos):

  • La maternidad y el encuentro con la propia sombra.
  • Puerperios y otras exploraciones del alma femenina.
  • Crianza, violencias invisibles y adicciones.
  • La revolución de las madres.
  • Mujeres invisibles, madres invisibles.


Éstas son algunas entrevistas que se le han hecho:

En ABC: "Un niño que bebe leche materna será un adulto generoso y altruista".

En la Revista Namasté: "El ritmo vertiginosos es el mayor depredador de la unión madre-hijo".

En El Periódico: "La revolución de las madres es silenciosa, amorosa y pacífica".

En La Nación: "Para poder cambiar el mundo, hay que criar bien desde la cuna".



Por último, una entrevista en vídeo que consta de cinco partes:


Parte 1:



Parte 2:



Parte 3:



Parte 4:



Y parte 5:

4.10.09

Attachment Parenting, o criar con respeto



La teoría del psicoanalista inglés John Bowlby sobre crianza y desarrollo infantil (“attachment theory”) fue desarrollada posteriormente por el pediatra norteamericano William Sears originando la llamada filosofía “attachment parenting”, conocida en español con nombres diversos como “crianza con apego”, “crianza afectuosa”, “crianza natural”, etc.

La filosofía del attachment considera que los niños tienen una tendencia natural a buscar la proximidad de una persona, su cuidador habitual, que les hace sentirse seguros con su sola presencia (normalmente, la madre). Esta necesidad es considerada un mecanismo biológico de autoprotección, por contraposición a las teorías de Sigmund Freud, quien considera esta inclinación hacia la madre como una consecuencia de la necesidad de satisfacer diferentes impulsos.

El Dr. Sears resume esta filosofía en ocho principios básicos:

1. Preparación para el embarazo y el nacimiento
2. Alimentar con amor y respeto
3. Atender con sensibilidad
4. Proximidad física
5. La crianza dura 24 horas al día
6. Cuidarlos siempre de forma afectuosa
7. Practicar la disciplina positiva
8. Buscar equilibrio entre la vida personal y la familiar


Obviamente, los conceptos y las técnicas del Dr. Sears no pueden ser consideradas jamás como una guía de instrucciones de la crianza, sino que cada familia debe adaptarlas a su vida diaria según considere oportuno, en función de sus circunstancias y con el objetivo de mantener el equilibrio, tan difícil a veces, entre las necesidades de los hijos y las de los padres. Siguiendo estos principios, que analizaremos semana a semana, reforzaremos el vínculo, fomentando las conexiones emocionales sobre la base de la empatía, la confianza y el respeto mutuos. Todo esto para conseguir niños seguros de si mismos, seguros en sus relaciones e independientes, pero no desarraigados.

Dentro de este estilo de crianza hay diferentes corrientes: hablaremos de parto respetado, de planes de parto, parto natural, parto en casa, doulas, cesáreas y puerperio; hablaremos de lactancia materna exclusiva y prolongada, de lactancia artificial y de alimentación complementaria; hablaremos de contacto físico, de carritos, portabebés y brazos; de dormir o no dormir; de vacunar o no vacunar; de la disciplina positiva, del sistema castigo-recompensa y del sistema de consecuencias; hablaremos de escolarización, desescolarización y no escolarización; de estimulación temprana y desarrollo del potencial intelectual de los niños.

La Supernanny se equivoca cuando dice que los niños son “adultos incompletos”. Los niños son personas integrales y les hemos de dar la confianza y el respeto que merecen. Si el “attachment parenting” tuviera que resumirse en un solo mensaje, claro y directo, sería éste: “Madre: tu hijo no es un pequeño tirano; dale un voto de confianza y sigue tu instinto, que es tu mejor consejero”.

*Fuente: Tarkus Kids